Para esta semana quería ver un anime que tuviera más acción, que se moviera a un ritmo más acelerado o que me tuviera en suspenso. No lo encontré, así que tuve que ver Sengoku Otome – Momoiro Paradox.
Esta serie gira alrededor del viaje accidental de Yoshino Hide al pasado de un mundo paralelo en el que sólo existen mujeres. Ahí se encuentra con varias figuras famosas del Japón del siglo diejséi (todas en versión femenina), y se ve involucrada en varios pleitos entre los mismo. Ella se alía con la versión de este mundo de Nobunaga Oda, quien anda buscando una mítica armadura carmesí que le puede dar poder suficiente para cumplir su sueño de un Japón unificado. Se oye como buen concepto, lástima que la serie termina siendo algo insípida.
La clave para ver esta serie es bajar un poco sus expectativas. Por ejemplo, la primera cosa que Yoshino ve cuando llega al mundo paralelo es una aldea en llamas:
Luego se encuentra con Nobunaga Oda y se entera que ha ido a caer en un tiempo de conflictos, y que Oda piensa terminar las guerras al formar un sólo país dentro de Japón. Muy bien, suena como que habrá batallas a todo lo largo de la serie! Pero no, la mayor parte de la historia se la pasan en reuniones sociales:
y pijamadas:
Ah, la brutalidad de la guerra!
Por si se lo preguntan, las chicas de la imagen anterior son casi todas jefas feudales. O sea que cada una está a cargo de su propia región, con sus respectivos castillos, ejércitos y responsabilidades, pero a través de la historia las vemos ir y venir a voluntad y sin guardaespaldas. Se hacen visitas sociales y organizan eventos juntas como que fueran entrañables amigas… Entonces, de dónde salió el sueño de Nobunaga de acabar con la guerra? Si ni hay guerra! Aparte de la aldea que se quemó al principio no se vió nada que indicara que Japón no fuera un lugar muy placentero donde vivir.
Es lo mismo con otros aspectos de la serie: Esperarían mucho fan service en una serie llena de chicas, pero sólo lo van a encontrar en porciones mínimas a lo largo de la historia. Buenas peleas? Sólo hay dos que me vienen a la mente, de ahí no hubo nada que me emocionara. Ni siquiera tenemos a un ser realmente maligno que estas chicas tengan que derrotar (hay un conflicto final, pero es más para deshacer una regada que para derrotar al enemigo).
Algo de humor, tal vez? Pues para ser sinceros no esperaba mucho luego que salió el perro parlante al final del primer episodio.
Ni modo, no todas las series serán ganadoras. Sengoku no me dejó tan mal que quisiera hacer una descarga de frustración, pero tampoco me entretuvo.
P.D. Casi se me olvida: Recuerdan que en este mundo no hay hombres? Cuando Yoshino pregunta de dónde salen los bebés, la respuesta es, literalmente, “la cigueña”…
bueno…la pregunta no es de donde salen, sino que materia prima usan para hacerlos?… … …quiza el perro parlante, bueno..no se