Si hay series “pesadas” que hasta nos dejan exhaustos después de haberlas visto, en el otro extremo tendríamos a Tonari no Seki-kun, una serie “light” en cuanto a historia, argumento, y longitud. Y aún así resulta muy divertida!
Tonari no Seki-kun está basada en el manga del mismo nombre, y tiene un concepto muy sencillo: En una típica escuela media japonesa tenemos a Yokoi Rumi, que se sienta en la última fila de su aula a la par del titular Seki (nombre completo: Toshinari Seki). Mientras que Rumi es aplicada y estudiosa, Seki es de los que nunca ponen atención en clase y prefiere hacer cualquier cosa excepto estudiar la lección. En serio, Seki hace literalmente cualquier cosa.
Entre las actividades bizarras de Seki para perder el tiempo tenemos: arreglos complicados de borradores para que caigan tipo dominó, la recreación de un drama histórico usando piezas de shougi, tejer peluches usando crochet, castillos de arena, un servicio de correo, una mini-pista para aprender a manejar en su escritorio, y muchas cosas más. Por algo el nombre completo del anime es Tonari no Seki-kun: Master of Killing Time, si el tipo es un renacentista.
Todo episodio se desarrolla de forma familiar: Rumi trata de concentrarse en la clase pero voltea a ver a Seki y, poco a poco, se va interesando más y más en lo que hace su compañero. Esto es porque Seki siempre supera sus expectativas en cuanto a lo que está dispuesto a hacer por no estudiar. Si Seki va a ponerse a pulir su escritorio, pues va a sacar pastas, ceras y herramientas de nivel profesional. Para su pista de manejar sólo hacía su “examen de manejo” una vez al día porque sólo así lo permite la ley en Japón, y al pasarlo hasta se hizo su licencia laminada.
Rumi siempre le tira alguno que otro reproche a Seki para que estudie, pero usualmente termina involucrándose en el juego de Seki y es ella quien se mete en problemas cuando atraen la atención de los profesores. Seki nunca habla en el anime (ni en el manga), todo lo vemos desde la perspectiva de Rumi mientras se queda perpleja viendo con qué pelazón se distraerá ese día. La única excepción ha sido cuando le pasaron el rol de narradora a Sakurako Gotou, una compañera de Rumi y Seki que, por la interacción entre ellos, asume que son pareja con una relación bien avanzada.
Tonari no Seki-kun es de lo más simple que se puedan imaginar: la animación no es la gran onda, los diseños de personaje son sencillos aparte color de pelo de Rumi, en cada episodio participan 3 personajes a lo mucho, y los episodios duran unos cinco minutos, pero a pesar de eso es muy divertida y dan ganas de agarrar varios episodios al hilo. Cuando menos nos damos cuenta estamos igual que Rumi clavados en la nueva actividad de Seki, pendientes de cómo va a terminar.
Al igual que la serie, esta reseña va a ser bien corta. Si no la han visto se las recomiendo, no se van a tardar nada en bajar cada episodio de cinco minutos (de la repisa de la tienda del Sr Torres, por supuesto). Lo que estoy haciendo actualmente es mirar un episodio entre capítulos de Breaking Bad (que al fin, poco a poco estoy viendo), como para limpiarme el paladar.