Si todos en el mundo tienen habilidades que (en teoría) los pueden convertir en héroes, qué es lo que distingue un héroe de verdad? (como decía Syndrome en los Increíbles, una vez todos son especiales, ya nadie es especial?). En otras palabras, los héroes nacen, o se hacen? Pues en el mundo de Boku no Hero Academia, hay una escuela donde “hacen” cualquier cantidad de héroes, y donde hay un estudiante que está destinado a convertirse en el mejor héroe de la historia!
Esto es lo que nos dice Midoriya Izuku en el segundo episodio, que la historia que está narrando (es decir, la historia del anime) es la que lo llevaría a ser el más grande héroe que el mundo haya visto. Obviamente para eso falta mucho que contar, ya que cuando inicia el anime Midoriya es de esos protagonistas al estilo de Shinji de Evangelion, de esos que no pueden dar un paso sin cuestionar el valor de su existencia.
Al menos en el caso de Midoriya este complejo de inferioridad tiene una explicación razonable: en el mundo de Academia, la mayoría de la población tiene algún tipo de poder que llaman su “quirk”. Claro que hay quirks más poderosos y otros casi inútiles, pero a Midoriya le tocó formar parte del 20% de la población que no tiene absolutamente ningún quirk. Esto destruye a muy corta edad el sueño de Midoriya de ser un héroe como su ídolo All Might, ampliamente reconocido como el más grande héroe de todo el mundo.
Así que Midoriya crece desilusionado, visto de menos por sus compañeros y ridiculizado por su ex-amigo de infancia Bakugou, quien obtuvo un quirk explosivo que lo hace perfecto candidato para ser héroe. Midoriya siempre mantiene su obsesión con los héroes, pero se limita a llenar cuadernos enteros con información sobre sus poderes y características, sin esperanza de formar parte de ese grupo selecto.
Todo cambia cuando arriesga su vida (luego de un buen rato de lloriqueo e indecisión, claro) por salvar a Bakugou de un villano que lo tenía de rehén. En ese momento aparece All Might, que llega a detener al villano y ve ese acto heróico, y queda impresionado por Midoriya a tal punto que decide revelarle su mayor secreto.
Verán, All Might ya no es el héroe que era antes: una pelea lo ha dejado permanentemente lastimado, y ya no puede mantener su nivel de poder usual por más de tres horas al día. El resto de tiempo lo pasa en la forma de un hombre esquelético que escupe sangre a cada rato; esto ha hecho que All Might comience la búsqueda de un sucesor, alguien que reciba su gran poder. Esto es porque el quirk de All Might es transferible, es un poder que se puede heredar y de hecho ha sido transferido secretamente varias veces antes de llegar a Midoriya.
Entonces Midoriya hereda el poder de All-Might y se hace chivazo, claro? Pues no tanto, usualmente la gente que obtiene sus quirks lo hace a temprana edad así que pasan su niñez y adolescencia “creciendo” junto a su poder. No así Midoriya, quien recibe un poder colosal en un cuerpo de adolescente no muy bien adaptado, lo que resulta en huesos rotos, fracturas, dislocaciones, etc., cada vez que lo utiliza.
Esta es una gran parte de la serie, que para el final no han logrado resolver del todo. Incluso el manga en el que basa este anime todavía tiene que lidiar con un Midoriya que puede hacer un par de ataques nomás. Este aspecto de la serie no es de mi agrado, mi preferencia va hacia aquellos combates en el que el héroe tiene que superarse de alguna forma usando todos sus recursos de forma imaginativa, no esos que limitan artificialmente el poder del héroe. Todos los argumentos de “si uso mi poder me muero”, o “no lo puedo controlar bien por X motivo” son forma barata de crear drama, y cuanto antes lo pasen, mejor.
Volviendo al anime, en general la historia trata sobre Midoriya entrando a la prestigiosa escuela UA (no recuerdo qué representan las siglas), que entrena héroes para proteger a la población de aquellos que usan sus quirks para propósitos egoístas. Introducen a sus compañeros y profesores, todo con una vibra similar a los primeros años de Naruto (pero con un protagonista inseguro totalmente opuesto al hiper confiado Naruto). La serie “termina” en la primera crisis por la que pasan los estudiantes, y su primer encuentro contra villanos capaces de enfrentarse a sus maestros, y ciertamente capaces de matarlos si así se les antoja.
Digo que la serie “termina” entre comillas porque ni había acabado la serie cuando ya estaban anunciando la segunda temporada. No los culpo, porque a pesar de todas las dudas existenciales de Midoriya esta serie es muy entretenida. Cuando el protagonista inseguro al fin decide dar un paso adelante, tenemos la satisfacción de ver que realmente tiene una mente muy estratégica que le ayuda a superar cualquier crisis, incluso con la limitación de que se le desintegra el cuerpo si usa mucho su poder. Menos mal en este anime ese aspecto le da una capa de complejidad extra a las peleas, donde Midoriya tiene que ser creativo bajo presión para poder continuar su educación como héroe. (le sirvieron de mucho las referencias que anotó en sus cuadernos todos esos años)
Así que les recomiendo esta serie, tiene buen humor, poderes fuera de lo común, diseños de personaje interesantes (también bastante inusuales), y el protagonista a veces deja de lloriquear para dar buena pelea. Quedamos a la espera de la continuación de la historia!