Anime impresiones: Overlord

Qué harían ustedes si de repente se encontraran a cargo de una fortaleza inexpugnable llena de criaturas superpoderosas que han jurado lealtad absoluta? Y aparte de eso también cuentan con poder mágico impresionante? Pues en Overlord pueden ver lo que haría un jugador de MMORPG en esa situación.

Overlord trata sobre un tipo que sólo conocemos como Momonga, su nombre de personaje en el ficticio mamorpeg de realidad virtual llamado Yggdrassil. Este juego ha visto mejores días, ya que fue muy popular en su época pero cuando abre la serie está a punto de apagar sus servidores. Nuestro protagonista es el líder de lo que fué una de las hermandades más poderosas de Yggdrassil, ahora a punto de perecer al terminarse el juego. Momonga se queda solo en Nazerick (la fortaleza que compartía con sus compañeros de hermandad), acompañado de los NPCs (non-playable characters) que habían creado para ser sus sirvientes, y decide quedarse conectado hasta el último segundo.

Para su sorpresa, llega ese momento y… aparentemente no pasa nada. Pero luego de unos momentos ve que no todo está igual: él se encuentra en lo que parece ser el mundo del juego, pero los NPCs que lo rodean están actuando como si tuvieran conciencia propia. No sólo eso, Momonga ya no puede salir del juego, ya no puede invocar los menús como lo hacía cuando estaba conectado, y descubre que ha mantenido su arsenal de poderes mágicos.

Aparte de su magia, otra cosa que ha mantenido es el control total de Nazerick y todos sus súbditos. Como jefe de la hermandad y único “jugador” remanente, todos los NPCs sirvientes le juran lealtad eterna. Así que Momonga se ve en posesión de una fortaleza atascada de seres mágicos poderosos, ítems legendarios obtenidos durante el tiempo de juego, y una amplia gama de hechizos a su disposición… ciertamente es un shock, pero se le pasa rápido, cambia su nombre de Momonga a Ains Ooal Gown (el nombre de su hermandad) y decide usar estos recursos para convertirse en leyenda en este nuevo mundo (tal vez al hacerse famoso logra contactar a otros jugadores atrapados ahí).

Así empieza esta aventura de magia y combate en una tierra tipo medieval. Pasamos algo de tiempo viendo qué pasos toma Ainz para explorar Yggddrasil y ver qué cambios ha sufrido, con algo de acción para tenernos entretenidos. Dentro de todo esto la mejor atracción de la serie es la interacción entre Ains Ooal Gown y sus sirvientes, ya que él mantiene su mente de típico empleado japonés de nivel medio pero debe controlar a criaturas míticas que en general sienten desprecio por los humanos comunes. En sus primeros viajes fuera de Nazerick para explorar sus alrededores se encuentra con gente en apuros, y como él no es mala persona los ayuda pero tiene que caminar en la cuerda floja para que sus súbditos no le pierdan el respeto. Al final lo justifica con cosas como “crear alianzas estratégicas” o “aumentar su reputación”.

Esto de mantener una fachada ante sus súbditos me pareció algo raro ya que si bien nos dicen que todos los NPCs de Yggdrassil desarrollan conciencia propia, los sirvientes de Nazerick siempre se ven guiados por los parámetros que les programaron sus respectivos creadores. Entonces… hay realmente posibilidad de que se le revelen o no? Está el ejemplo de Albedo, una demonio que sirve como la supervisora de los guardianes de Nazerick, a quien Ains le cambia algunos settings a “perdidamente enamorada” de él justo antes que se iba a terminar el juego (no lo hace por malicia sino como chiste, según él el programa se iba a cerrar en unos minutos). Claro, en cuanto cambia el mundo ella mantiene su obsesión programada hacia Ainz.

Otra cosa que se me hizo rara es que los NPCs del mundo en general parecen ignorantes de su pasado como personajes de juego de video (o sea que actúan como se esperaría de personas normales en un ambiente de fantasía medieval), pero los sirvientes de Ains Ooal Gown saben perfectamente que fueron programados por miembros de la hermandad. Ellos recuerdan a sus creadores con añoranza, saben que fueron seres creados y que el mundo cambió de alguna forma… qué fué lo que dió lugar a esta distinción? Es uno de los varios misterios que plantea la serie, pero tristemente termina sus trece episodios sin darnos una respuesta.

Esta sería mi principal queja con respecto a Overlord, que no termina realmente con una respuesta a nada (es más, termina con otro misterio en el que alguien controla a uno de sus súbditos – la logra recuperar pero no sabe quién la controló en primer lugar). Por qué o cómo es que el mundo virtual de Yggdrassil pasó a ser un mundo real? Han quedado otros jugadores atrapados en este mundo? Todo esto queda en el aire para lo que supongo será una segunda serie.

La otra queja está algo difícil de evitar ya que sale de la misma naturaleza de los personajes. Tanto Ains como los habitantes de Nazerick son seres súper poderosos que controlan magia del más alto nivel posible en ese mundo, así que a lo largo de la serie no hay ningún ser que les plantee un reto. No es hasta el final, en el que le lavan el cerebro a un miembro del mismo séquito de Ains, que se ven en una pelea difícil. El resto de peleas son mera formalidad sin ningún nivel de peligro.

En general la historia de Overlord avanzaba a un paso muy lento, tal que no llegamos a interactuar con muchos de los súbditos de Ains. Algunos como Demiurge y Cocytus sólo los presentan y no salen más que para conversaciones breves con otros personajes, nunca se les ve pelear… Pero, pero: por otro lado daba gusto ver los pasos que tomaba Ains para organizar sus fuerzas, cómo interactuaba con su séquito, y el contraste entre su monólogo interno de persona normal y la temible fachada de esqueleto necromancer que debía mantener. Al final la lentitud del argumento no molestaba tanto como el hecho que duró tan poco la serie (ojalá hubiera sido de 25 episodios para darle más carnita a la historia).

Con todo y quejas Overlord queda recomendada, es muy interesante con buena animación, combates y algo de humor. Siento que colocan las bases para una historia épica, ojalá salga rápido la continuación para terminar de desarrollarla.