Puede que sean familiares con el viejo refrán de: “los niños y los bolos (ebrios) no mienten”. Siguiendo ese consejo tenemos a una bebé participando en el desempaque de un Nintendo 3DS, y basándonos en su reacción veremos qué tan bueno es este aparato.
Qué observaciones podemos hacer? Bueno, para empezar vemos que el control es muy intuitivo, de entrada la niña tomó el aparato de forma correcta para poder manejarlo. También trató de interactuar con el interfase touchscreen de forma correcta. Por otro lado, vemos que el entusiasmo por el aparato le duró sólo un minuto, y lo deja abandonado para jugar con el material de empaque y comerse un quesito a pesar de las insistencias del padre.
Conclusión?: El siguiente producto de Nintendo debería ser un quesito envuelto en un montonazo de material de empaque, esto sería un éxito con el mercado de infantes…
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