Ah la moralidad de Hollywood! Donde si botas a alguien de un edificio de cincuenta pisos eres un monstruo despiadado, a menos que seas el héroe de la película matando al villano. Donde está bien acribillar a alguien a balazos, siempre y cuando sea por el noble acto de la venganza (“mató a mi primo en tercer grado consanguíneo, noooo!”)
Y donde discursos como éstos tienen sentido: