Hasta hace poco ni sabía de la existencia de este género de animes de “chica reclusa y súper inteligente que resuelve misterios”, pero me he encontrado con varios últimamente. Primero Gosick, luego Dantalian no Shoka, y hoy Kami-sama no Memochou, similar en espíritu a las anteriores pero basada en la época actual.
En Memochou, seguimos a Narumi Fujishima, típico estudiante de secundaria, quien conoce a Alice, la detective en cuestión y líder de un grupo de NEETs (“Not in Education, Employment or Training”) que la ayudan en sus investigaciones. Ahí la historia se desarrolla de la manera esperada, con Narumi forjando lazos cada vez más estrechos con el grupo que al principio no tenía ningún interés en conocer, y encontrándose a sí mismo en el proceso.
Lamentablemente hasta ahí llega el desarrollo de personajes en esta serie, ya que no alcanzamos a conocer al resto de personajes más que superficialmente. Mientras que Gosick y Dantalian enfocaban mucho tiempo en desarrollar la relación entre la pareja de protagonistas y conocer a cada uno, aquí nunca nos dicen mucho sobre Alice: por qué vive sola, cómo llegó a formar su agencia de detectives, a qué se refiere con decir que tanta desgracia en el mundo es su responsabilidad, etc.
Una cosa que deberán saber antes de ver esta serie es sobre el gran obstáculo que representan los episodios 5 al 8. Estos hacen una sola historia, pero una que manejan a un paso glacial como que era obligación cubrir cuatro episodios a la fuerza. Parte del problema es que mucha de la información necesaria para que avanzara la historia está para que nosotros como público la resolvamos mucho (pero muuucho) tiempo antes que los personajes, cuando debería ser al revés. Por ejemplo, comienza la historia con Narumi y el Yondaime (“The Fourth”, líder de un grupo local de delincuentes) haciendo trabajo extra organizando un concierto, pero les han llegado reportes que alguien de una pandilla rival tratará de sabotearlos. En ese mismo episodio Narumi conoce a Renji, un tipo de apariencia de pandillero, con tendencias a la violencia y que tiene una camisa con el mismo emblema de mariposa que usa la pandilla de Yondaime… hmmm, será importante a la historia? Esta misma historia termina cuando resuelven el misterio tras un incidente que resultó en la rivalidad entre Renji y el Yondaime por la muerte de una amiga mutua, pero las pistas clave nos las tiran con tan poca sutileza que resulta tedioso ver cómo Narumi llega a las mismas conclusiones que nosotros hace un episodio atrás. Por favor, es un misterio! El desenlace debería ser una sorpresa para nosotros, o darnos la satisfacción de haber adivinado algo muy enredado. En vez de eso, pasan más tiempo con el bromance entre Narumi y Renji que en cualquier otra cosa.
Aparte de ese escollo narrativo, la serie tiene una buena mezcla de drama y comedia. La comedia usualmente es a expensas de Alice, quien es igualmente formidable en intelecto como inútil físicamente (tiene problemas para separar un par de palillos chinos o para destapar una lata de soda). También es divertido ver cómo ella resulta irresistiblemente adorable para cualquier otra chica que la conoce, y resulta siendo tratada como muñeca (para su disgusto). Otros que se roban el show son los secuaces del Yondaime y su total fascinación cuando Narumi hace las tareas más mundanas en la computadora (siendo ellos ineptos en ese sentido), y los estilos de vida rarosos de los otros ayudantes de Alice.
En cuanto al drama, pues la mayoría de los casos que resuelven son bastante serios. Hay muertes, tráfico de drogas, extorsión entre otras cosas para mantenerlos ocupados, y no siempre pueden salir de resolverlo con una sonrisa. En particular el último caso de la serie comienza de una forma trágica, que realmente captura de forma emotiva a los que han llegado hasta ese punto. No les diré qué pasa, pero cuando lleguen a ese momento sabrán a qué me refiero.
Kamisama no Memochou no resultó tan memorable, pero entretenida para pasar el rato. Vale la pena al menos un vistazo.